viernes, 15 de junio de 2018

CUÍDATE, ESPAÑA, DE TU PROPIA ESPAÑA!

Aníbal Quijano: Vivir contra el poder, contra todo tipo de poder


Por Roberto Espinoza*

14 de junio, 2018.- Aníbal Quijano deja decenas de publicaciones, ideas, teorías, apuestas. Pero deja también el ejemplo y la inspiración de una vida dedicada a la lucha contra el poder, para su transformación o “mutación” sustancial. No fue una vida dedicada al arribismo, oportunismo, violentismo, para administrar, “asaltar” o co-gobernar ese poder, sino para diluirlo, socializarlo, mutarlo, en la “forma comunidad”. Una vida para la descolonialidad del poder, del saber, ser y sentir. Deja una herencia de ruptura teórica, política, académica, activista, vital, personal, contra todo tipo de poder: el del capital pero también de las burocracias de todo tipo. Imposible reducirlo simplemente al aporte académico o teórico, con la importancia que ello pueda tener. La actitud de insumiso vital, en la teoría y en la práctica, como mencionara Danilo Quijano.
¿Que rastros hay de ese ejemplo y trayectoria personal? Habría que partir desde las luchas populares de los años 50 al 70, pero prefiero dar testimonio de lo que conocí directamente, como homenaje a un querido maestro, líder y sobre todo compañero de tantas jornadas, desvelos y desafíos. Y al que le molestaría muchísimo cualquier “culto a la personalidad”. Haremos el esfuerzo de diluir a Aníbal en la historia de las luchas donde se sumergió desde los 70 en adelante, luchas donde convergió, aprendió, debatió, activó y teorizó.
El gobierno militar de los 70 tenía atrapada a gran parte de la izquierda, confundida e ilusionada con las reformas nacionalistas, los dogmas y fantasías de la “burguesía nacional” e incluso, hasta dispuesta a diluir al movimiento sindical en una central gobiernista y subordinar los demás movimientos barriales, campesinos, magisteriales y populares a ese “nacionalismo”.
El número 4 de la revista “Sociedad y Política” (SyP) que dirigía, es requisado por la policía, por atreverse a demostrar que no había tal “revolución” sino una variante de capitalismo de estado junto con corporativismo, que pretendía subordinar y castrar al movimiento popular, y era indispensable poner por delante la autonomía política.
El desafío de la autonomía política luchaba por abrirse paso, y el profesor universitario Quijano, opta por confluir con ese proceso, opta por no hacer “carrera” universitaria, sino fundirse en ese proceso. El número 4 de la revista “Sociedad y Política” (SyP) que dirigía, es requisado por la policía, por atreverse a demostrar que no había tal “revolución” sino una variante de capitalismo de estado junto con corporativismo, que pretendía subordinar y castrar al movimiento popular, y era indispensable poner por delante la autonomía política.
Fue deportado en 1974 por hacer crítica teórica consecuente, y a su regreso al país, la acción política no se detuvo y la revista “SyP” no se congeló en los kioskos, sino que pasó a ser discutida y debatida en diversos espacios populares en el pais. Esta energía desatada, dio lugar a que en 1976, en Lima, se funde el Movimiento Revolucionario Socialista (MRS) compuesto por líderes obreros textiles, metalúrgicos, mineros, magisteriales, aymaras, estudiantiles, campesinos, barriales, universitarios y profesores que abrían paso a las teorías críticas en universidades cuestionando un “marxismo-leninismo” dogmático, economicista, sectario, estatalista…. y muy ambicioso de “poder”: el poder gremial-estatal-electoral.
Un MRS que nacía cuestionando el “centralismo democrático” de las izquierdas, que servía para encubrir los cacicazgos y dictaduras internas partidarias, y la construcción de maquinarias políticas adictas de poder
Miles de horas de Aníbal en reuniones, evaluaciones, volantes, manifiestos, análisis para “SyP Quincenal” y para el vocero del MRS, el periódico “Revolución Socialista”. Un MRS que nacía cuestionando el “centralismo democrático” de las izquierdas, que servía para encubrir los cacicazgos y dictaduras internas partidarias, y la construcción de maquinarias políticas adictas de poder.  Un “rarísimo” MRS que nacía no para “hegemonizar” ni tener “arrastre electoral” sino para aportar humildemente a la autorganización popular, a su autonomía contra todo tipo de burocracias y poder, y con esa bandera se lanzó a zambullirse en el volcán social de esos tiempos.
Los apristas pretendían doblegar y amansar a los trabajadores textiles, y son enfrentados por el “Comité de Lucha Textil” para defender con autonomía política la escala móvil de salarios ya conquistada. El aluvión social al arenal de pamplona a 25 km. del centro de Lima, es penetrado por el SINAMOS de los militares, ante lo cual reacciona la autonomía política de la Comunidad Urbana Autogestionaria de Villa El Salvador (CUAVES) para defender su autogobierno y autogestión social. Los maestros del SUTEP son aprisionados por un partido que opta por burocratizar al gremio y romper su frente único, y surge la reacción autónoma de democratización radical de la organización mediante elecciones universales. En Puno, se cuestionaba los límites “campesinistas”, y se avanzaba en la autonomía identitaria como “Unión de Comunidades Aymaras” articulando las estructuras comunales.
Aníbal debatió y estuvo presente, acompañó, aportó, y sobre todo aprendió, en estos y otros procesos, del cual formaban parte miembros del MRS como Apolinario Rojas, Leopoldo Rubio, Julio Pedro Armacanqui, Jesús Cocha, Jorge Cristóbal, Bonifacio Cruz, Roberto Martinez, entre tantos otros. Fueron germinando y madurando las intuiciones de autonomía, democracia radical, autogobierno, comunidad, que más adelante serán parte sustancial de nuevos horizontes. Quijano aportó señalando como estas apuestas estaban presentes de modo semejante en la práctica y teoría mariateguista, pero no solo de él, sino que podía rastrearse en una larga historia de rebeldías y herejías, desde Rosa Luxemburgo frente a Lenin, el soviet heroico de Kronstad masacrado por los bolcheviques y Trotsky, y en todos los procesos de transformación social, la tensión entre el poder popular, la democracia radical, la socialización del poder, y la partidarización, burocratización, estatalización y regresión del cambo social.
Entre los años 70-80, debatir todo esto, era sacrilegio, sancionado con ser de lo “peor”: “Troskista, anarquista, basista, largo plazista, etc, etc”. Se nadó contra la corriente, y los esfuerzos autonomistas fueron marginalizados, rechazados, tanto a nivel popular como de la izquierda. Las expresiones mayores de esta contradicción fueron las crisis de la CUAVES y las del ARI, ambas azuzadas por las ambiciones y borracheras electoreras.
La experiencia de la CUAVES demostró que era posible construir una ciudad en el arenal de la nada, en base a la autorganización, autogestión, autonomía, poder popular, democracia directa, basada en las asambleas generales de grupos de cada 22 manzanas, que construyó sus estructuras “comunales” de gobierno propios sobre todos los aspectos de la vida social. Apolinario Rojas líder de ese proceso compartió, enseñó y apasionó al MRS, en esa gran apuesta y Aníbal la enriqueció agregándole la perspectiva de la “socialización del poder”. Gran parte de la izquierda no lo entendió y prefirió destruir la CUAVES: los violentistas, acusando que el autogobierno comunal es autoexplotación, y los otros, prefiriendo sustituirlo por la burocracia municipal. Los extremos coincidieron, y una vez más los “poderes partidarios” sacrificaron el poder comunitario.
El ARI fue la primera gran “Alianza Revolucionaria de Izquierda” en la cual el MRS y Aníbal Quijano participaron activamente. Quedará en la memoria el mitin del ARI en Villa El Salvador, donde Aníbal emocionó con su mensaje incluyendo parte del poema de Vallejo: “Señor ministro de salud, nunca la salud estuvo tan enferma…!!”. Se buscó cambiar la borrachera electorera, con el desafío de “una estrategia electoral no electorera”, es decir, basada y controlada por la organización popular, como años después  se practicara en México y otros países. Pero en el Perú, esa era otra herejía más,  que debió enfrentar la reacción del ya fuerte virus electorero que llevó a la explosión del rompimiento del ARI por el simple cuoteo o repartija de curules parlamentarias entre todas las tendencias.
Ya se evidenciaba lo que sería la larga cadena mental de la izquierda de que “salvo el poder…todo es ilusión”. Curiosamente coincidiendo en este fetiche, tanto Sendero, MRTA y el resto de la izquierda. El poder-aparato cosificado en el Estado, para capturarlo vía la violencia sanguinaria o el marketing electoral, aunque los abismos y desgarramientos sociales se mantengan.
Producidos los enfrentamientos y las derrotas, el MRS se disuelve, pero no desaparecen las apuestas, los horizontes, los principios, la ética aprendida. Paralelamente explotaba la URSS, y todo el campo socialista regresaba al capitalismo, siendo los viejos jerarcas del partido los alegres nuevos burgueses, manteniendo la verticalidad del poder de siempre. Fukuyama decreta el fin de la historia y en el Perú el fuijimorismo junto a sendero, imponen una muy pesada lápida a toda idea de cambio social. Era un momento de revisión total, de poner en cuestión todo lo pensado, pero manteniendo la visión esencial de cómo luchar en estos nuevos y duros tiempos contra todo tipo de poder. Y al igual que en los años 50 desde la cárcel, luego en los 70 en el MRS, desde los 90, Aníbal resiste y busca dar respuesta a las grandes cuestiones de la profunda derrota histórica sufrida en el mundo por las izquierdas y los socialismos. Una vez más, la opción no era ni fue replegarse a la observación, especulación, o peor, la “ingeniería social” para oxigenar las viejas estructuras de opresión y explotación. Había que revisar todo y entender por qué pasó lo que pasó.
En plena búsqueda, emergen de nuevo los movimientos indígenas con las autonomías Miskito, Sumo y Rama en Nicaragua, la plurinacionalidad en Ecuador con la CONAIE, el autogobierno Tzotsil, Tojolabal del zapatismo en México, la autonomía originaria en Bolivia, los movimientos amazónicos, la lucha afrodescendiente, Quilombola, Dalits contra el racismo. Aníbal se vincula, estudia, debate, aporta, y una vez más, aprende, y devuelve, con el aporte clave de la crítica sustancial al lado oscuro de la modernidad, con sus traumas constitutivos del racismo social, político, ambiental y epistemológico, y ayuda a que emerja la perspectiva de la Descolonialidad del poder, saber, ser y sentir.
Quijano reanima el debate de una izquierda arrinconada, proponiendo que fuimos derrotados por ser sutiles prisioneros del eurocentrismo, y no solo en el Perú sino a nivel mundial.
Quijano reanima el debate de una izquierda arrinconada, proponiendo que fuimos derrotados por ser sutiles prisioneros del eurocentrismo, y no solo en el Perú sino a nivel mundial. Aportó con ese debate al impulso del Foro Social Mundial, para que “Varios mundos otros….sean posibles” no solo “uno” en la versión estatalista eurocéntrica. La necesidad de las articulaciones globales de las luchas locales, para cambiar el capitalismo mundial o sistema mundo moderno-colonial.
Eurocentrismo, como el modo de recordar y de pensar generado en 500 años de capitalismo, y del cual han bebido también las izquierdas, para asimilar de modo “natural” múltiples herencias de la modernidad, como son entre otras, las referidas a los mitos y las trampas del “desarrollo”, “partido”, “estado”, “democracia”, “domino de la naturaleza”, “patriarcado”; como enfoques “superiores” de una racionalidad instrumental. Anteojeras que impidieron “ver” que esa modernidad estaba genéticamente constituída del genocidio y ecocidio de la conquista colonial basada en el cuento eficaz de la idea de “raza”. Ceguera que generó y sigue generando errores sucesivos: El capitalismo no se “origina” por la “productividad” europea, sino por el despojo del Abya Yala. Los “modos de producción” no son etapas sucesivas ineludibles y homogéneas, sino que la heterogeneidad estructural es permanente. El crecimiento de las “fuerzas productivas” no puede ser infinito. No solo existen clases sociales, sino racismo, patriarcado, antropocentrismo. “La” “democracia” y “el” “estado”, modernos, no son las únicas e ineludibles estructuras de autoridad. El inmenso error de no reparar que entre el individualismo y el estatismo, existió y existe la forma “comunal” (andina, amazónica, urbana) que combina el derecho de los individuos sin caer en el individualismo, y la dimensión pública sin reducirse a lo estatal.
No le interesó entonces, a Aníbal ser rector, concejal, ministro, embajador, director de ONG, menos aún congresista o “cacique partidario”, no podía vivir solo como académico ni solo como “político”. Todo eso era parte del poder, y optó por vivir para entenderlo, desnudarlo, desentrañarlo y luchar, como decía, “aunque sea como minoría de a uno, desde dentro pero siempre en contra”.
Hubo errores pero eso lo tratarán otros. Opto por rescatar su ejemplo de vida personal, sus apuestas vitales y sus aportes teóricos, que son sustanciales en este periodo de crisis del patrón de poder eurocéntrico, expresado en la crisis civilizatoria, donde se combinan y retroalimentan los conflictos en todas las dimensiones de la colonialidad del poder, señaladas por Aníbal: el control del sexo, trabajo, naturaleza, subjetividad, autoridad.
Inmensos cuestionamientos y horizontes alternativos, por lo cual Aníbal con la perspectiva de la “descolonialidad del poder”, aunque partiste físicamente, sin embargo sigues quedándote entre las herejías y rebeldías que emergen una y otra vez a pesar de todo. Entonces, no te habrás ido, seguirás presente, activo y polémico, lo cual te agradecemos profundamente, y nos toca organizarnos y agruparnos, frente a todas las sombras, caras y dobleces que tendrá la crisis de la modernidad-colonialidad. Nos seguiremos encontrando, Aníbal.
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*Roberto Espinoza es sociólogo y miembro de la  miembro de la Red Descolonialidad y Autogobierno Comunal.
Tomado de SERVINDI

martes, 5 de junio de 2018

HOMENAJE


Aníbal Quijano: El teórico del Bien Vivir

Por Marco Sipan*

Este 31 de mayo murió Aníbal Quijano, sociólogo peruano y autor de un texto clave para comprender los desafíos actuales latinoamericanos. Su tesis sobre la colonialidad del poder representa un nuevo punto de partida para analizar política, social y económicamente la globalización y sus efectos en el orden mundial que se inició con la llamada colonización de América. Quijano nos desafiaba así a analizar la crisis actual de ese padrón de poder como una oportunidad para desarmarlo y organizar prácticas sociales transformadoras que no reproduzcan las divisiones de raza, sexo y subjetividades que construyeron las desigualdades que nos sometieron durante siglos. Este artículo de Marco Sipan resume lo central de la tesis decolonial de Quijano. Proponer hoy su lectura es nuestro homenaje para despedirlo.
El doctor Aníbal Quijano es un reconocido científico social que ha tenido la capacidad de participar de varios momentos de reflexión y debate sobre temas que involucraron a toda la región y ha construido teorías, conceptos y perspectivas sobre diversas temáticas que son puntos de referencia para nuevas generaciones de investigadores.
El enfoque de Aníbal Quijano es una profunda crítica a la perspectiva epistemológica eurocéntrica. Para él, no es posible comprender la coyuntura latinoamericana sin tener en cuenta el desarrollo del capitalismo mundial. Por ello dice que la globalización en curso es, en primer término, la culminación de un proceso que comenzó con la constitución de América y la del capitalismo colonial/moderno/ eurocentrado como un nuevo patrón de poder mundial. La dominación colonial impuso la idea de raza, como codificación que permitió una racialización del trabajo, con lo cual generó una dimensión de poder mundial.
La idea de raza fue la que clasificó a la población por un lado, los indios, negros, mestizos y por el otro los europeos. A estas identidades se asociaron jerarquías, lugares y roles sociales correspondientes: esto constituyó el patrón de dominación colonial. Es decir, la idea de raza legitimó las relaciones de dominación impuestas por la conquista. Se construyeron subjetividades sobre la naturalidad de seres inferiores y superiores que permitió el desarrollo de prácticas cruentas de parte de los europeos hacia las poblaciones originarias. La idea de raza fue una idea eficaz de dominación y con la expansión mundial de los europeos estructuró el mundo.
Referirnos al patrón de poder moderno/colonial, es hablar de relaciones sociales que articulan cuatro elementos: el control de las relaciones de 1) Trabajo, 2) Género, 3) Autoridad colectiva, y 4) Subjetividad/intersubjetividad.
El patrón de poder unifica el conjunto de órdenes constitutivos de una determinada sociedad. Se trata de un sistema complejo donde se ha configurado un universo de relaciones intersubjetivas centrada en la dominación de las poblaciones europeas sobre las no europeas. En ese sentido Quijano señala tres aspectos principales de la violencia simbólica que se impuso:
  1. La expropiación de sus descubrimientos culturales en beneficio del desarrollo del capitalismo;
  2. La represión de las formas de producción de conocimientos de los colonizados, sus patrones de producción de sentidos, su universo simbólico, sus patrones de expresión y objetivación de la subjetividad;
  3. El aprendizaje forzado de la cultura de los dominadores por los dominados.
El patrón del poder
Los colonizadores codificaron como color los rasgos fenotípicos de los colonizados. Los dominantes se llamaron a sí mismos blancos. La idea de raza fue un modo de otorgar legitimidad a las relaciones de dominación impuesta por la conquista. La expansión de colonialismo europeo en el mundo, llevó a la elaboración de la perspectiva eurocéntrica de conocimiento, se elaboró teóricamente la justificación de la idea de raza como naturalización, basada en la superioridad/inferioridad entre dominados y dominantes, siendo esto un instrumento perdurable y eficaz de dominación social universal.
En el proceso de constitución histórica de América, todas las formas de control y de explotación del trabajo y de control de la producción-apropiación-distribución de productos, fueron articuladas alrededor de la relación capital-salario y del mercado mundial. En esta forma de capitalismo se incluyeron la esclavitud, la servidumbre, la renta, la pequeña producción mercantil, la reciprocidad y el salario. Todas estas formas de control del trabajo eran histórica y sociológicamente nuevas. Se configuro así, un nuevo patrón global de control de trabajo, a su vez un elemento fundamental de un nuevo patrón de poder.
A las nuevas identidades históricas producidas sobre la base de la idea de raza se les fueron designadas roles y lugares en la nueva estructura global del control del trabajo. La raza y la división del trabajo quedaron asociadas. Se impuso una sistemática división racial del trabajo. A los indios se les designó la servidumbre, permitiéndole relaciones de reciprocidad en sus comunidades con la intención de reproducir su fuerza de trabajo en tanto siervos. Los negros fueron reducidos a la esclavitud. Los europeos podían acceder a salarios, ser comerciantes, artesanos y agricultores independientes, es decir productores independientes de mercancías, solo los nobles podían participar en los puestos altos y medios de la administración colonial, civil y militar. La distribución racista del trabajo al interior del capitalismo colonia/moderno se mantuvo a lo largo de todo el periodo colonial.
La conquista de América, el control de los minerales y de las mercancías producidas por el trabajo gratuito de indios, negros y mestizos otorgó a los conquistadores una ventaja para el control del tráfico comercial mundial y con ello hizo posible concentrar el control del capital comercial en el mercado mundial.
Se conformaron nuevos procesos de urbanización en las zonas del Atlántico, que tenían conexión al tráfico comercial que procedía de América, estableciéndose una nueva id-entidad: “Europa” y luego “Occidente”, identidad que va asumiendo un papel hegemónico en el mercado mundial.
Trabajo asalariado y raza
En Europa las relaciones de control de trabajo se establecían a través del capital-salario, en el resto de las regiones y poblaciones del mercado mundial, que se establecían colonizadas al dominio europeo se establecían bajo relaciones no salariales. En estas regiones las relaciones salariales estaban establecidas para los blancos.
El control del trabajo en el nuevo patrón de poder mundial se constituyó, así, articulando todas las formas históricas de control del trabajo en torno de la relación capital-trabajo asalariado, y de ese modo bajo el dominio de ésta. En tanto esto el capitalismo mundial fue, desde su origen, colonial/moderno y eurocentrado.
Europa pudo imponer su dominio colonial sobre todas las regiones y poblaciones del planeta, incorporándolas al sistema mundo que así se constituía y a su especifico patrón de poder, eso implicó la re-identificación histórica, dándoles identidades geo-culturales a los otros (no europeos), creando la idea de modernidad como punto de llegada de la historia, la cual representaba Europa (en especial Europa Occidental), con una racionalidad y cultural “supuestamente” desarrolladas, lo cual articuló una hegemonía como forma de control de la subjetividad de la cultura y en especial del conocimiento y de la producción del conocimiento. Los colonizadores expropiaron a las poblaciones colonizadas, reprimieron sus formas de producción de conocimiento, sus patrones de producción de sentidos, su universo simbólico, sus patrones de expresión y de objetivos de la subjetividad.
Los europeos occidentales imaginaban ser la culminación de una trayectoria civilización desde un estado de naturaleza, eso les llevó también a pensarse como los modernos de la humanidad y de la historia, esto es, como lo nuevo y al mismo tiempo lo más avanzado de la especie. En este sentido, el concepto de modernidad es referido de este modo a las ideas de novedad, lo racional-científico, laico, secular, que son las ideas de experiencias normalmente asociadas a ese concepto y que también han sido alcanzadas en distintas épocas y por diferentes culturas, las llamadas altas culturas (China, India, Egipto, Maya, Tawuantinsuyo, entre otras), y no solo exclusiva de los europeos. Sin embargo, quienes defienden la modernidad europea mencionan la idea de libertad y democracia en estos Estados nacionales. Aquí Aníbal Quijano expresa que esta modernidad esta es regida por la colonialidad del poder, el capitalismo y el eurocentrismo, e implica una heterogeneidad histórico-estructural de dominación.
En América se estableció la esclavitud deliberadamente y la organizó como mercancía para producir mercancía para el mercado mundial. Así mismo, la servidumbre fue impuesta sobre los indios, inclusive la redefinición de las instituciones de la reciprocidad, para servir a sus mismos fines y para producir mercancías para el mercado mundial. Igual con la producción de mercancías de manera independiente, esto se expandió al mundo. Todo esto configuró el capitalismo, su patrón de poder y la colonialidad del poder.
Después de la Segunda Guerra Mundial, la sociedad es considerada como una totalidad histórica, en la medida en que está constituida por diversos ordenes de fenómenos imbricados mutuamente, pero no de manera homogénea, sino en forma conflictiva y contradictoria, constituyendo una estructura de poder social.
La decolonialidad del poder
Quijano plantea que el conocimiento de la realidad social solo es accesible, plenamente, desde el interior de una práctica social transformadora. Es decir, quien quiera adquirir un conocimiento pleno de la realidad social, tiene que dedicarse a la práctica social transformadora. Por esta razón surge un tema central: la descolonización del poder, como forma efectiva de democratización de la sociedad. Eso significa devolverle a la gente misma, el control de las instancias básicas de su existencia social: trabajo, sexo, subjetividad y autoridad.
Quijano nos presenta estas ideas al respecto, “para desarrollarse y consolidarse, la Des/Colonialidad del poder implicaría prácticas sociales configuradas por:
  1. La igualdad social de individuos heterogéneos y diversos, contra la desigualizante clasificación e identificación racial, sexual y social de la población mundial;
  2. Por consiguiente, las diferencias, ni las identidades, no serían más la fuente o el argumento de la desigualdad social de los individuos;
  3. c) Las agrupaciones y/o identidades serían el producto de las decisiones libres y autónomas de individuos libres y autónomos;
  4. La reciprocidad entre grupos y/o individuos socialmente iguales, en la organización del trabajo y en la distribución de los productos;
  5.  La redistribución igualitaria de los recursos y productos, tangibles e intangibles, del mundo, entre la población mundial;
  6. La tendencia de asociación comunal de la población mundial, en escala local, regional, o globalmente, como el modo de producción y gestión directas de la autoridad colectiva y, en ese preciso sentido, como el más eficaz mecanismo de distribución y redistribución de derechos, obligaciones, responsabilidades, recursos, productos, entre los grupos y sus individuos, en cada ámbito de la existencia social, sexo, trabajo, subjetividad, autoridad colectiva y corresponsabilidad en las relaciones con los demás seres vivos y otras entidades del planeta o del universo entero.
El Bien Vivir.
Realmente interesante la lectura de la obra de Aníbal Quijano, un peruano que ha entrado a la vitrina de los principales teóricos sociales.
* Sociólogo peruano

Reproducimos texto tomado de lavaca.org


sábado, 24 de marzo de 2018

HACIA UN CAMBIO DE SISTEMA Y NO SOLO DE GOBIERNO

Por:
Jorge Agurto
SERVINDI
22 de marzo del 2018
Fuente de la imagen: colectivokinkallavisual.wordpress.com

La crisis política es de tal magnitud que el descrédito e ilegitimidad de todos los partidos políticos  que han gobernado en los últimos 30 años es enorme y se encuentra por los suelos.


Pero hay que advertir que se trata no solo de una crisis de gobierno. Estamos ante una crisis grave, profunda, que descubre un sistema político corrupto y anti-democrático que debe ser cambiado.


Los medios masivos de desinformación y los operadores políticos y de opinión a favor del sistema actual buscan manejar la crisis, pero sin tocar un ápice del sistema político.


Se trata de un sistema político vetusto, caduco, podrido,que propicia la corrupción y la inmoralidad y solo beneficia a los grandes grupos de poder.


Mediante la puerta giratoria ellos manejan los asuntos públicos para enriquecerse a costa de saquear  los bienes comunes y empobrecer a la población peruana, que vive cada vez mas endeudada.


El pueblo consciente y organizado puede propiciar un cambio radical para que el gobierno de transición asuma el compromiso de abrir paso a una Asamblea Constituyente que diseñe una nueva Constitución Política.


Solo la mas amplia participación popular y el aporte de las personas bien intencionadas permitirá diseñar un nuevo Estado verdaderamente democrático y pluricultural que despliegue todas las potencialidades materiales y espirituales del país.





lunes, 28 de marzo de 2016





Sociedad descompuesta
Por FRANCISCO DURAND
Artículo publicado en el semanario “Hildebrandt en sus Trece” el viernes 4 de setiembre del 2015. Reproducido por su importancia para el momento presente de la sociedad peruana.

Nuestra sociedad (la manera como nos organizamos colectivamente para vivir en paz en este territorio llamado Perú) está descompuesta. Este lamentable estado rige a pesar de que tenemos una Constitución y cientos de leyes, que en parte se emiten para tratar de mejorar, creyendo ingenuamente que así arreglamos los problemas. En realidad, no son las normas sino el comportamiento social y las instituciones los que deben cambiar. Recordemos aquello de hecha la ley, hecha la trampa. A más leyes, igual descomposición social. Pocos las respetan, la mayoría finge hacerlo o la desafían abiertamente.

La comprobación fehaciente que tenemos este gran problema nos debe llevar a reflexionar y plantear una recomposición. La pregunta es si tenemos a la gente con la voluntad y la capacidad para emprender esta larga y complicada tarea.

Crisis valorativa

Uno de las manifestaciones de una sociedad descompuesta como la peruana actual es que el país ha perdido un sistema de valores social y nacional sin reemplazarlo por otro mejor. Esta pérdida ha ocurrido lenta pero persistentemente desde los años 1950 a la actualidad y se ha acentuado hasta llegar a niveles inaceptables en las últimas décadas. El viejo sistema de valores que ponía el énfasis en “el respeto a los mayores” o los “preceptos de la Santa Madre Iglesia” ha perdido vigencia. Tampoco el “amor a la patria” o el sentido de entrega de la militancia política para dirigir a los más pobres hacia la redención social que practicaron los viejos partidos, empezando por el APRA  y siguiendo por las izquierdas, se han mantenido. La mística sindical ha desaparecido con los sindicatos. Estos viejos sistemas valorativos de los hogares, la iglesia, las fuerzas armadas o los antiguos partidos y organizaciones sociales se debilitaron sin dar lugar a otros mejores y más universales. Ergo, se generó un vacío valorativo. Como ya no hay reglas sociales ni instituciones viables (salvo en pequeños bolsones), cada cual hace lo que le parece, así haga daño a los demás. Lo que rige entonces son antivalores expresados en un comportamiento trasgresor, en un individualismo extremo que se corresponde con el capitalismo salvaje que tenemos.

Las causas

Esta crisis valorativa empezó mientras el país se fue “modernizando” a medida que la migración se acentuó y se triplicó la tasa de crecimiento poblacional. El Perú se urbanizó alocadamente y luego el campo también terminó siendo afectado por las presiones consumistas de todo tipo. En los años 1980 entraron en acción varios factores de crisis que acentuaron una cultura de trasgresión normativa, preparando las condiciones para que desaparezcan los viejos valores sin reemplazarlo por un republicanismo ciudadano.

Primero, fue la recesión económica que vino con inflación, iniciándose en el segundo gobierno de Belaunde y agravándose con el primer gobierno de Alan García. La gran crisis generó desempleo masivo, devastó las formas de sobrevivencia y empujó a la población a agenciarse ingresos de cualquier manera, haciendo mil oficios, así no fueran legales.

A la recesión se juntó un segundo factor, la erupción de la corrupción. Este proceso fue generalizado pero se agravó desde la presidencia de García en 1985-1990 y no ha parado desde entonces. Lo confirma la sucesión de bandidos presidenciales que, con la excepción de Valentín Paniagua, se han mantenido en el poder hasta la actualidad. Ellos dieron la señal que el Estado y los recursos públicos, las funciones públicas, el cargo y el uniforme, podían servir para enriquecerse y luego salir de compras. Ser autoridad era un mecanismo efectivo para depredar los bienes públicos y usar el cargo para extorsionar a los peruanos que tuvieran la mala suerte de no tener papeles en regla o ser enjuiciados.

El tercer factor tiene que ver con los modelos económicos, que empujaron a gran parte de la masa trabajadora a la informalidad y la delictividad, generando junto con la recesión y la corrupción estatal la base estructural de la trasgresión institucionalizada. La migración y el crecimiento poblacional generaron una fuerza de trabajo abundante que el sistema mismo no podía emplear. El modelo estatista y de protección de mercado, acentuado con Velasco y continuado hasta el primer gobierno de García no lo resolvió, sucumbiendo en la recesión de los 80.

Fracaso neoliberal

Luego vinieron los neoliberales en 1990, que sostuvieron (entre ellos De Soto, el teórico de la informalidad urbana) que con mercados abiertos y desregulación se generaría una dinámica de mercado que acabaría con la informalidad, que con reformas como la titulación y la eliminación de barreras burocráticas se sentarían las bases de la modernidad. Lo que en realidad ocurrió fue un reparto de los activos estatales a grandes grupos de poder económico y las transnacionales y grandes oportunidades especulativas como la recompra de los bonos de la deuda externa y un consumismo desenfrenado.

Con el modelo libremercadista, y la bonanza exportadora 2002-2012, se reactivó el extractivismo pero siendo intensivo en capital y escaso en generar empleo directo. Volvimos entonces a un modelo de crecimiento sin desarrollo, de nuevos ricos y nuevos pobres, también con una nueva clase media, pero con corrupción, en una situación donde la mayoría poblacional no entra a la formalidad y la mayoría de las autoridades roban y abusan, y donde quienes han ascendido socialmente corren el riesgo de hacer el camino de vuelta apenas termine la bonanza. Ese momento ha llegado.

Con el consumismo que vino con la recuperación y la apertura, se reforzó una cultura de individualismo salvaje hoy predominante. Las reformas neoliberales aceleraron entonces una tendencia a comprar para satisfacer un deseo reprimido de consumo, con deudas crecientes y sin dar prioridad a las necesidades básicas de las familias. En medio de las reformas neoliberales se entronizó el principio del lucro incluso para actividades como la educación (siguiendo un plan del Banco Mundial), apareciendo colegios y universidades que vendían títulos sin verdadera instrucción profesional. De allí ha surgido una nueva generación de rectores millonarios, destacando uno que tiene aspiraciones presidenciales y que hace política diciendo: hay plata como cancha. Habla incluso de una nueva raza que es, supongo, la raza de los trasgresores.

Las instituciones políticas y la representación han seguido asimismo una tendencia declinante. Ha aparecido una nueva generación de políticos plutócratas que sostienen que la plata llega sola y toda clase de otorongos en el Congreso. Una mayoría de alcaldes y no pocos gobiernos regionales viven de la coima. Los medios de comunicación de masas no se quedan atrás. Esta regresión cultural se expresa en la prensa basura y la televisión basura, que refuerzan esa actitud trasgresora e individualista salvaje.

Al fallar el modelo económico y tener una clase política y medios de comunicación de masas que expresan la nueva cultura logrera, la informalidad ha crecido, extendiéndose a provincias y luego a los espacios rurales, que también han caído presa del consumismo, acelerando la disolución de las viejas costumbres y del poco respeto a los mayores que quedaba. La piratería de música y videos experimentó un enorme desarrollo, al igual que el contrabando tipo “culebra”, organizado por mafias internacionales que entran por Puno. La bonanza incentivó no solo a las grandes empresas formales (suerte de lunares de modernidad que dominan los sectores más rentables pero que son una suerte de enclave) sino también a las delictivas, acentuando y extendiendo a todo el territorio la descomposición social. Aparecieron las mafias que explotan oro y trafican con mujeres y niños en la sierra de Puno y en los lavaderos de Madre de Dios, también los taladores ilegales de maderas finas que se concentran en Pucallpa. No faltan depredadores legales de los bosques amazónicos, incluyendo un “empresario checo” que está sembrando palma aceitera de la peor manera en Aguaytía. La producción de coca volvió a crecer y el Perú obtuvo el dudoso título de llegar a ser el principal productor de cocaína del mundo, generándose un nuevo corredor de la droga por tierra, río y aire hacia Bolivia y el Brasil. Cabe señalar que tanto las economías informales como las delictivas generan más empleo que las grandes mineras y petroleras, que los grandes bancos y fábricas, evidenciando las limitaciones del modelo económico.

Al mismo tiempo, estas nuevas mafias importaron métodos criminales del exterior, como el sistema de cobros de cupos al transporte patentado por la Mara Salvatrucha de El Salvador, el asesinato pagado con motos lineales de Colombia o el descabezamiento patentado por los carteles mexicanos. Nuevas pandillas aparecieron por todo el país, desbordando a la policía o quizás articulada a ellos en un sistema institucionalizado de reparto de ganancias. El crimen callejero se agravó en plena bonanza, indicando que no estaba asociado a la pobreza sino a una cultura de riqueza rápida y consumismo y de cadenas globales del crimen. El tráfico de armas, por su parte, aumentó la audacia de raqueteros y sicarios.

¿Es posible el cambio?

Existen dos maneras de atacar este problema para ir revirtiendo la condición de sociedad descompuesta y caminar a una sociedad recompuesta. El cambio debe venir de quienes no están comprometidos con esta lógica depredadora y trasgresora, sea en el Estado, ese grupo de funcionarios y tecnócratas que no forman parte de la descomposición, o de la propia sociedad, activando la famosa “reserva moral” que apareció fugazmente con Paniagua el 2000 y cuya tarea fue incompleta y que en buena parte ha sido revertida. El cambio, además lo deben planear y ejecutar peruanos, no entidades extranjeras.

El cambio entonces puede venir de arriba, desde las autoridades sanas y competentes, o de abajo, desde la mejor parte de la sociedad. Un optimista afirmaría que es posible, que tales potencialidades existen y que con un buen Estado y una mejor democracia se podría generar una moral republicana. Un pesimista argumentaría lo contrario, que es demasiado tarde, que el sector sano y responsable se está achicando; entonces el país estaría condenado y puede fácilmente convertirse en un narco Estado o en un Estado Fallido.

No descarto un tercer escenario. Que la descomposición se mantenga, avanzando o retrocediendo según nos toquen buenos o malos gobernantes, pero manteniéndose esencialmente los rasgos de sociedad descompuesta que ahora tenemos. ¿Qué nos espera en las elecciones del 2016?







sábado, 13 de octubre de 2012

12 DE OCTUBRE: DIA DE LA RESISTENCIA


12 de octubre Día de la resistencia

¡Fuera minería del Perú!

HUGO BLANCO

“El Perú es un país minero” es una frase aparentemente axiomática que no necesita demostración.

Inclusive miembros del movimiento antiminero postulan por una “minería responsable”.

Nosotros afirmamos que la minería, fundamentalmene la moderna minería a tajo abierto, es la peor amenaza para la naturaleza peruana y por lo tanto para sus habitantes. Por eso consideramos que al conmemorar el día de la resistencia, debemos ser claramente anticoloniales y manifestar ¡Fuera minería del Perú!  

¿Planteamos el retorno al pasado?

Eso es imposible. Pero sí planteamos el retorno a los principios de la sociedad continental antes de la invasión iniciada un 12 de octubre.

La economía estaba orientada a cubrir las necesidades de la población.

En cuanto al gobierno de la sociedad, creemos que la única alternativa al actual gobierno del mundo en manos de empresas transnacionales, voraces de ganancia, es el retorno al gobierno de la colectividad, lo que existió antes de la invasión en gran parte de América (Esto ya no existía en México, Perú y en otras “sociedades avanzadas”).

No es posible volver al respeto de la naturaleza dentro del sistema capitalista, por eso propiciamos una sociedad colectivista, una colectividad de colectividades de toda la población, un “ayllu de ayllus” o como quiera llamársele.

Nuestro país tiene una naturaleza privilegiada:

De las 104 zonas de vida del planeta en el Perú hay 84.

Debido a que la cordillera andina va en sentido norte-sur, a la misma altura en el norte y en el sur, el clima es diferente.

El clima lluvioso del Perú oriental se diferencia del poco lluvioso occidente.

Como estamos en el trópico de capricornio nuestro mar debiera ser cálido, sin embargo el agua fría del sur es arrastrada por la corriente de Humbolt. Este movimiento horizontal provoca un movimiento vertical ya que el agua caliente tiende a subir y el agua fría a bajar. Esta dinámica produce abundancia de tipos de fitoplankton y zooplankton (plantas y animales microscópicos), Éstos alimentan a gran cantidad de variedad de peces.       


10 mil años de historia agrícola

La diversidad climática fue un paraíso para la diversidad de vida vegetal. Ello hizo que estemos en uno de los 8 centros de domesticación de plantas del mundo, nuestros antepasados domesticaron 182 especies, entre otras la papa con sus 3,000 variedades, la palta (ahuacate), la papaya, los frijoles, el maní, el tarwi o chochos (rico en proteína vegetal).

Hay algunas que fueron olvidadas por la “civilización” (la coca es perseguida) y que últimamente son “redescubiertas” por ella, como la maca (muy nutritiva), el yacón (dulce que no hace daño a los diabéticos), el ahuaymanto (producto de exportación), el sacha inches (cuyo aceite ganó en concurso en Francia al de oliva, pues contiene las grasas saludables omega 3, 6 y 9), la kiwicha o amaranto (alimento de astronautas pues en poco volumen encierra muchos nutrientes).   

En consecuencia hubo gran desarrollo de técnica agropecuaria: Las terrazas o andenes en laderas para evitar la erosión. Los waru-waru del altiplano, que son franjas de tierra intercaladas con zanjas, de modo que cuando llueve mucho las franjas de tierra no son inundadas, cuando llueve poco se riega con el agua depositada en las zanjas; además el calor del sol diurno es conservado por el agua y en la noche su emanación contrarresta el frío de la helada.

En Moray, Cusco, existe una gran concavidad con terrazas circunvaladas (parecido a una mina a cielo abierto pero contrario, pues es para la vida y no para la muerte), era un centro de aclimatación, las plantas de clima cálido se sembraban en el fondo, sus semillas se sembraban en el escalón superior, las semillas de éste en el siguiente. Así, sucesivamente, cada año iban subiendo. Se aclimataban al clima frío. Las semillas de clima frío se sembraban arriba y anualmente iban bajando hasta aclimatarse al clima cálido.

Se practicaba y se practica la rotación de cultivos, sabiendo que cultivar la misma especie año tras año daña el suelo.

Otra técnica sabia que imita a la naturaleza son los cultivos asociados (dos o más especies en la misma parcela).

Los extensos canales de irrigación se hacían en zigzag para evitar la erosión.

El maíz vino de México mucho antes que los invasores, por eso tiene nombre quechua (sara); los genetistas peruanos crearon infinidad de variedades.

También nuestros genetistas crearon muchas variedades de habas que fueron traídas por los invasores.

Para conservar la papa se la hiela y deshidrata (chuño). Este alimento es despreciado por ser  “comida de indios”.

La tierra no pertenecía a la gente, era la gente la que pertenecía a la tierra.

Hubo planificación agrícola a nivel tawantinsuyano, se disponía qué lugar era apropiado para cada variedad de cada especie. Si había un lugar bueno para la agricultura y faltaban brazos, se enviaba población (“mitimaes”).

Las comunidades de media altura enviaban rotativamente parte de su gente a las alturas a criar alpacas y otra parte al valle cálido a cultivar coca.

En Raqchi, Cusco, existen ruinas de gran cantidad de almacenes ventilados para guardar granos destinados a la población en la eventualidad de un mal año agrícola (sequía, inundación, helada, granizada). No había hambre ni miseria, estos fueron aportes culturales europeos.

En varios lugares, entre ellos Cusco y Cajamarca, hay hermosas ruinas del culto al agua.

El profundo desprecio racista que condena el culto a la naturaleza y sus productos, pues el fundamentalismo dice que “hay un solo Dios verdadero” (1) hizo que se maldijera una planta muy nutritiva y que precisamente por eso era muy venerada, la coca. Lograron erradicar su consumo en el Ecuador. A esa persecución ahora la denominan “combate al narcotráfico” y sirve para meter tropas yanquis en nuestros países. Se combate al pequeño productor de coca para el consumo directo, mientras se protege su producción a gran escala para cocaína en la selva, con el uso de agroquímicos que envenenan los ríos, con el visto bueno de la DEA y de “la embajada” que “no ven” las avionetas que transportan la droga al país que provee las sustancias químicas para extraer la cocaína, que es el primer consumidor del mundo y en el que se “lava” el dinero del narcotráfico.

En México y Perú se maldijo a la kiwicha o amaranto por la razón religiosa mencionada.

Se maldijo a la papa, al olluco, a la oca, al año, a la yuca, al camote, por estar debajo de la tierra, cerca al demonio.

La más maldita fue la papa, pues el demonio había hecho que tuviera el mismo nombre que el Santo Padre de Roma, por eso en España se lo cambiaron a patata (que fue el que pasó a otros idiomas como el inglés y sueco). Luego tuvieron que reivindicarla para que salvara del hambre a Europa, la reina de Inglaterra se puso una flor de papa en la solapa para ir a un baile.

El desprecio racista por la agricultura indígena continúa en la mayoría de nuestra población, Ollanta habla de que “tenemos una agricultura del siglo XIX” a pesar de que él protege a la agricultura depredadora del siglo XXI.


La agricultura hoy

A pesar de la discriminación racista colonial que continúa contra ella, a pesar de los múltiples ataques del sistema, sobrevive la pequeña agricultura, practicada por indígenas y no indígenas.

El referido ataque se da en múltiples formas:

Se califica de ocioso al campesino a pesar de que trabaja mucho para alimentarnos, trabajo por el que se le paga una miseria.

Se le arrebata el agua para darla fundamentalmente a la minería y también a las hidroeléctricas y a la industria alimentaria.

No hay atención estatal con capacitación, préstamos, reconocimiento de comunidades, atención a la salud, etc.

La pequeña agricultura no sólo no es atendida por el estado, sino que para servir al gran capital éste la combate alevosamente, lo que se traduce en ataque a la población peruana que es sanamente alimentada por ella.

Un fuerte ataque estatal es el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos, debido a él sufrimos la importación de trigo transgénico subsidiado por el gobierno norteamericano, producido por grandes empresas yanquis.

Esto mata al pequeño productor peruano de trigo y otras harinas a quien nadie subsidia y por lo tanto vende a un precio más alto que la harina yanqui. Naturalmente que este cambio de alimentación sana con harinas producidas por nuestros pequeños agricultores a trigo transgénico yanqui, daña la salud de la población peruana.

Otro gran daño del TLC es la instalación de grandes empresas agroalimentarias para la agroexportación. Quitan la tierra y el agua de la pequeña agricultura que nos alimenta para cultivar fundamentalmente espárragos y alcachofas (que absorben gran cantidad de agua) para enviar a Estados Unidos y Europa. Además se les ha regalado una legislación especial para que puedan someter a condiciones infrahumanas a los obreros agrícolas. (En el exterior dicen en su propaganda: “Ayude al campesinado peruano, compre espárragos peruanos”).

Si las transnacionales y el gobierno a su servicio logran matar a la pequeña agricultura que nos da alimentos sanos, vamos a quedar en las garras de la “Agricultura del siglo XXI” “de última generación”, que nos envenenará con transgénicos y químicos. A esto se llama “progreso”, es el “progreso” hacia la muerte.

La invasión y sus remanentes HOY

Nos llamaron “indios” pues creyeron que llegaban a la India. Aún ahora somos despectivamente denominados “indios”.

La invasión produjo gran matanza de la población.

La actividad económica dejó de estar orientada a cubrir las necesidades de la población y pasó a ser la que necesitaban nuestros amos: La minería.

En esa actividad los sobrevivientes fueron sometidos a un sistema peor que el esclavismo, pues al amo le interesa la supervivencia de su burro y de su esclavo; al dueño de la mina no le importaba dicha supervivencia, pues recibía un número determinado de “indios”, si algunos morían no importaba, pues al año siguiente recibiría la misma cantidad. Los indígenas entraban a la mina y no salían de ella sino muertos. Esto causo suicidios e hizo que madres mataran a sus hijos para evitarles el sufrimiento. Esta fue una de las causas de la rebelión de Tupac Amaru II, después del levantamiento este abuso cesó, pero prohibieron usar la vestimenta nativa, hablar el quechua y recordar el pasado. El idioma fue más fuerte que la prohibición.

En la agricultura para el sostenimiento de la minería, los nativos fueron sometidos al servilismo, trabajaban gratuitamente, se les daba una pequeña parcela para que sobrevivan.

El servilismo continuó luego de la “independencia”.

Nos costó fuerte lucha, incluyendo la autodefensa armada, el inicio de la abolición del sistema servil en 1962, en La Convención, Cusco (la solidaridad internacional evitó que el sistema me condene a muerte por haber participado en ella).  

El tarwi o chochos, legumbre de alto contenido proteico es despreciado por ser “comida de indios”.

Dirigentes de la Confederación Campesina del Perú niegan ser indígenas.

Los “indios” defienden la agricultura, la gente decente “sabe” que el Perú moderno es y debe serlo cada día más, un país minero. 

Fue con la invasión y el sometimiento de nuestra población que se inició lo de “Perú país minero” y continúa siendo el símbolo de nuestra situación colonial.

Continuamos siendo colonia

Seguimos produciendo lo que nuestros amos de turno necesitan.

Luego de la “independencia” pasamos a ser colonia inglesa, produjimos lo que nuestros nuevos amos necesitaban, salitre. El guano de isla (excremento de las aves marinas), el mejor fertilizante del mundo, descubierto por nuestros antepasados, fue saqueado por capitalistas (consignatarios) para llevarlo a fertilizar los suelos de Inglaterra. Saquearon tanto que con el miserable impuesto que dejaban, el mandatario Ramón Castilla hizo muchas obras, por eso se le califica como “el mejor presidente del Perú”, por haber auspiciado el saqueo de nuestro tesoro agrícola.

En la selva se practicó el semi-esclavismo en la explotación cauchera, acompañado de depredación y masacres.

Luego del debilitamiento del imperialismo inglés debido a las 2 guerras mundiales pasamos a ser colonia de Estados Unidos, también producíamos lo que nuestros amos necesitaban. La agricultura se dedicó a la exportación de azúcar y algodón. También se impulsó la minería imperialista.  
              

Hoy

Somos colonia de las empresas transnacionales, continuamos produciendo lo que nuestros amos de turno requieren, no lo que necesita el pueblo peruano, con el agravante de que la tecnología moderna agrede ferozmente a la naturaleza y por lo tanto a la población.

Siguiendo la orden imperial la principal actividad es la minería a cielo abierto.

Este tipo de minería es excesivamente antiecológico pues debe hacer explosionar 4 toneladas de roca o tierra y envenenar el agua para extraer un gramo de oro. Si es nociva en cualquier parte, es criminal en cabecera de cuenca como el proyecto Conga en Cajamarca.


¿Minería responsable?

La minería es “responsable” para las empresas mineras, pues les provee de una gran cantidad de dinero que es el objetivo de ellas, puesto que su principio ético fundamental es “cómo ganar más dinero en el menor tiempo posible” (si sus nietos ya no han de tener agua esa será “una desgraciada consecuencia colateral inevitable”del cumplimiento de su sagrado mandamiento).

También es “responsable” para los gobernantes que reciben jugosos sobornos de ellas.

Son ellos quienes impulsan la minería, para convencerles de que no la practiquen en la forma que lo hacen, tendrían que demostrarles una forma de conseguir más dinero sin hacerlo, y eso es imposible para quienes hablan de “minería responsable”.

Ahora ya no hay vetas, de modo que para obtener los minerales la única forma posible de minería es haciendo explosionar toneladas de roca o tierra y usando sustancias químicas venenosas.

Pedimos que nos expliquen quienes promueven la “minería responsable”, cómo sería ella.

Pretender cambiar la ética de los empresarios o de los gobiernos sobornados por ellos es muy ingenuo o muy farsante.

Desde el inicio español la minería nos hizo daño: Huancavelica, departamento minero desde la colonia, es el departamento más pobre del país.

La refinería de La Oroya la convirtió en un paisaje lunar y es la población más contaminada del mundo.

Mapa de las "Concesiones mineras en el Perú" según información del Ministerio del Ambiente:




Otras agresiones de la “modernidad” al medio ambiente son las transnacionales de la industria alimenticia que matan el suelo con agroquímicos (fertilizantes, insecticidas, herbicidas). Al matar los insectos matan las aves. Además roban el agua de la pequeña agricultura (La irrigación de Olmos no es para los pequeños agricultores de Lambayeque, sino para las transnacionales).

Hay más ataques: La extracción de hidrocarburos, la depredación de la selva amazónica por la extracción de madera, por el cultivo de coca para la extracción de cocaína, el cultivo de palma aceitera para alimentar a los carros, la ganadería. La pesca de arrastre y otras.


Nuestra Futura Economía

La economía peruana debe estar orientada a satisfacer las necesidades de la población, lo cual tiene como primer requisito la protección de la naturaleza, que es a su vez la protección del nuestro gran tesoro, la multiplicidad de especies vegetales.

En primer lugar debemos cultivar, para alimentar a nuestro pueblo, las muy nutritivas especies que nos legaron nuestros antepasados y otras.

Ese gran tesoro también debemos aprovecharlo para la obtención de divisas: En Europa son muy apreciados los valiosos nutrientes peruanos.

Ahora que cada día más gente se da cuenta de que “el negocio de la salud” sólo favorece a la salud de los grandes laboratorios y otras empresas, que uno de los negocios consiste en curar un  mal produciendo otros; crece la revalorización de la medicina natural. En este aspecto es inmenso nuestro tesoro en las tres regiones naturales del Perú, especialmente en la selva. Recordemos que la quinina descubierta por los hermanos amazónicos salvó la vida del futuro Rey Sol de Francia.

Antonio Brack señala que en la Amazonía peruana hay 3 140 especies útiles, de las cuales 1 044 tienen uso medicinal. El Instituto de Investigaciones de la Amazonía Peruana (IIAP) catalogó 322 especies de uso medicinal.

Mencionemos algunas de las plantas medicinales más conocidas:

Achiote: Cardiotónico, cicatrizante, diurético y más de 10 otras aplicaciones.
Ayahuasca:
Anestésico local, estimulante de la memoria, vomitivo, laxante, mal de párquinson.
Cocona: Acaricida, abscesos, diabetes, mordedura de serpiente, picaduras de insectos, quemaduras y otros

Chuchuhuasi: Afrodisíaco, analgésico, adormecimiento de las extremidades, artritis, bronquitis, diarrea, gripe hemorroides, leishmaniasis o uta,  lumbago, reumatismo y otros

Hierba Santa: Sedante, bronquitis, caspa, dermatitis, diarrea, dispepsia, hemorroides y otros.

Sangre de grado: Antiséptico vaginal, cicatrizante, contraceptivo, afecciones dérmicas, anemia, cáncer, diarrea, extracción dental, faringo-amigdalitis, fiebre, gonorrea, hemorroides, paludismo, tumor, úlceras estomacales e intestinales

Ungurahui: Asma, calvicie, diarrea, gastritis, paludismo, TBC.

Uña de gato: Diurético, alergia, cáncer, cirrosis, disentería, dolor de ojos, infecciones urinarias, inflamaciones, mordedura de serpiente, neuralgias, reumatismo.

Verdolaga: Diurético, dermatosis, diabetes, dispepsia, fiebre, inflamación renal, jaqueca, quemaduras, tuberculosis pulmonar:

Curan el cáncer: Amargo, Marupá (Quassia Amara). Andiroba, Falso caoba (Carapa guianensis). Anamu, mucura (Petiveria alliacea). La calaguala o samambaia (Polypodium decumanum). Quiebra piedra, quebra pedra (Phyllanthus niruri). Uña de gato (Uncaria tomentosa). Congorosa, Espinheira santa (Maytenus ilicifolia). Lapacho (Tabebuia impetiginosa).

Para el turismo también debemos aprovechar la naturaleza.

Costa Rica que no tiene ruinas prehispánicas como atractivo, gana más dinero que el Perú por turismo, pues aprovecha para ello su biodiversidad. Entre otras atracciones tiene uno de los mariposarios más famosos del mundo. En el Perú tenemos más variedad de mariposas, más de 4,200 especies, el 20% de las especies existentes en el mundo (Costa Rica tiene el 18%).

Otra riqueza natural es la belleza del agua de las cascadas, de los ríos, arroyos, lagos y de las lagunas como las que pretende destruir el proyecto Conga (Yanacocha ya destruyó la laguna de la cual heredó el nombre).

La variedad de zonas naturales nos brinda diversidad de recursos aprovechables para el turismo (selva, nevados, quebradas serranas, puna, lomas verdes en la costa, manglares, etc.)  

La variedad de culturas indígenas es otra fuente desaprovechada para el impulso del turismo social.

En este día de la resistencia pensemos en dejar finalmente de ser colonia. Reiteramos: Orientemos nuestra economía en función de los intereses de nuestra población, lo que implica resguardar nuestra prolífica naturaleza. Por eso repetimos: ¡Fuera minería del Perú!

 HUGO BLANCO GALDOS

Nota

1)  La religión incaica no era fundamentalista, respetaba la diversidad. En la fiesta del dios sol (“Intirraimi”) desfilaban los diferentes pueblos con su vestimenta típica, con su propia música y con sus propios dioses),

 
Cusco, 12 de octubre del 2012